Corría pero no llegaba, sentía que el corazón se me aceleraba más y más hasta explotar. Iba lo más rápido que podía, pero sabía que no era suficiente, que no llegaría a tiempo. ¿A dónde iba? Ni siquiera yo lo sabía. Simplemente corría sin más, como escapando de mi mayor terror, hasta que encontré el consuelo en tus brazos. ¿Encontrarte fue un error o fue el destino? ¿Qué fue lo que me hizo perder de todo la cabeza? Tu mirada o la cerveza. Y ahora me como el mundo si hace falta, siempre contigo. Perder el control hasta caer rendidos, al final de la noche, agotados pero felices. Caminar siempre hacia el horizonte, sin importar a dónde vayan nuestros pasos, lo importante es ser feliz, cometer locuras, que la vida es corta y está hecha para disfrutarla.
Así que esta noche va por ti, por nuestros días, por nuestras noches, nuestros sueños todavía sin cumplir.
Esta botella la vacío por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario